A pesar del famoso estereotipo sobre sosa comida rusa, muchos de los platos tradicionales que se preparan en este país pueden sorprender incluso al gourmet más caprichoso. Además, hay que tener en cuenta que Rusia tiene un territorio muy grande y su nación es multicultural. Por eso la cocina rusa también es muy variada. En cada región a la comida se le da un toque especial que la destaca. Vamos a ver algunos platos típicos rusos que deberías probar si tienes un viaje programado a este país.

La sopa Borsch

Borsch

Posiblemente todo el que conoce un poco la cultura rusa, ha escuchado sobre este plato típico… ucraniano. Sí, en realidad la receta del Borsch no procede de Rusia, sino de Ucrania, aunque es muy común en los dos países. Existe tanto borsch vegetariano como el original – con carne vacuna, de cerdo o de pollo. El color rojo de esta sopa es el resultado de la remolacha, su componente principal, gracias a él el sabor sale un poco dulce. Tradicionalmente el borsch se sirve con «smetana» – una crema agria parecida al yogurt natural espeso.

Aunque puede parecer imposible hacer esa sopa rusa en solitario, en realidad no es tan difícil y todos los alimentos para esta receta se pueden comprar fácilmente en casi cualquier país del mundo. La preparación del Borsch puede llevar unas dos horas, pero si se conocen algunas de las sutilezas del proceso, el resultado te agradará.

En el siguiente vídeo puedes ver todos los pasos para la elaboración del Borsch vegetariano. Si deseas cocinarlo de manera original, sólo tienes que preparar un caldo con carne a tu gusto, una vez cocida sacarla, trocear y agregar a la sopa al final de los demás preparativos.

La ensalada Vinegret

Vinegret

Hablando de la remolacha y de los platos que se cocinan con esta verdura en Rusia, no se puede evitar nombrar la ensalada Vinegret, posiblemente una de las más exóticas para los extranjeros. Para preparar este plato, aparte de la remolacha cocida, pelada y troceada, se agregan los guisantes, zanahorias, patatas, pepinos marinados y se aliña con aceite vegetal (de girasol o de oliva).

Aunque la receta puede variar y ser motificada por cada familia que tiene sus propias maneras favoritas de servir la comida, lo que nunca cambia son las hortalizas cocidas – la base de esta ensalada.

Sel’d’ Pod Shuboi

Sel'd' Pod Shuboi

El último plato ruso de remolacha más común con el nombre más complicado es Sel’d’ Pod Shuboi, que literalmente se puede traducir como «arenque bajo el abrigo». En realidad también es sólo una ensalada con pescado y hortalizas. El nombre tan curioso y extraño de este plato se lo ganó por la manera de ser preparado. Una vez todos los ingredientes están listos, se colocan por capas: la primera capa la forma el pescado salado, encima de él se pone la cebolla fresca, las otras capas las forman las hortalizas cocidas separadas una de otra por las capas de mayonesa. Finaliza esta pirámide la remolacha rallada que además por fuera pinta el plato de color morado, muy original.

Algunas personas para decorar la ensalada aún más, le ponen encima la yema, más cebolla cortada y hasta algunas hierbas como eneldo.

El mayor «inconveniente» de esta ensalada para un extranjero quizá pueda ser la presencia del pescado fresco (marinado con sal). No todos están dispuestos a probar un producto así sin ningún procesamiento previo.

Ahora, por fin, terminamos con la remolacha y veremos otros platos típicos rusos obligatorios de probar si algún día visitas este país.

«Olivier» – la ensalada Rusa

Olivier

Ya del mismo nombre de esta ensalada puedes entender que tampoco es típica de Rusia, lo cual en verdad no es nada extraño. La receta de este plato se remonta lejos en el pasado, hacia el siglo 19 cuando en La Rusia Imperial todavía había bastantes franceses trabajando y viviendo. Justamente a la imaginación de un cocinero francés llamado Lucien Olivier nosotros debemos la elaboración de la ensalada, nombrada al final en su honor. Lucien pasó muchos años en Moscú y hasta fundó un restaurante elitista – «Hermitage», pero todo este tiempo algo no le dejaba tranquilo, siempre le parecía que algo faltaba en la cocina rusa y al final él se dio cuenta de lo que era – el alarde francés.

Durante años muchos cocineros de aquella época trataban de descubrir los ingredientes de la famosa ensalada que sólo se servía en el restaurante de Lucien, pero fracasaban. El secreto principal consistía en la salsa la cual, según decían los testigos, siempre se preparaba por el mismo maestro francés, escondida de los ojos ajenos para que nadie pudiese descubrirla.

Actualmente ya no es nignún secreto, en cada casa rusa saben cómo preparar la ensalada Olivier, es más, la receta atravesó las fronteras y salió al mundo exterior, durante su camino se modificaba, y hoy en día hasta en la cocina hispana se encuentra la famosa «Ensaladilla rusa». Aunque la última es algo diferente del Olivier ruso en cuanto a sus ingredientes. Así mismo, los rusos nunca ponemos en este plato atún ni aceitunas ni gambas, en su lugar utilizamos carne cocida o mortadela.

Pelmeni

Pelmeni

Probablemente es el plato ruso que más frecuentemente gana el premio de las simpatías de degustadores, cediendo sólo a los «Blini». El secreto del éxito tan grande consiste en la similitud de los Pelmeni con otros platos comunes en el mundo hispano (importados), por ejemplo, los ravioli italianos. Para nosotros siempre es mucho más fácil aceptar algo nuevo en la vida (o en la dieta) cuando eso nos recuerda algo conocido. Básicamente, los Pelmeni es masa de harina con carne dentro y se sirven con salsa «Smetana» de la que hablamos hace un momento.

También es un plato bastante económico y rápido de cocinar: en cualquier supermercado ruso se vende congelado y promete una cena deliciosa con tan sólo 5 minutos de preparación en agua hirviendo. Por esta razón los Pelmeni en Rusia han ganado la fama de ser la comida típica tanto de estudiantes como de hombres solteros que por diversas causas no pueden o no quieren cocinar algo elaborado.

Los Blinís

Blinís

No se conoce todavía ni una sola persona en este mundo que se haya quedado indiferente antes los famosos «Blinís» rusos. No tienen mucho que envidiar a los panqueques conocidos mundialmente, aunque el sabor no es exactamente igual y de estructura son bastante más finos, lo cual permite utilizarlos como envoltorio para todo tipo de rellenos. Existen los Blinís dulces con mermelada, fruta, miel, chocolate, yogurt, caramelo… también hay Blinís con carne, setas, patatas, pescado, caviar, jamón, salchichón, huevos, espinacas, queso, verduras, frutos secos y más sabores que sólo se pueden imaginar.

Por supuesto que se pueden comer sin nignún tipo de relleno. Simplemente untándolos con mantequilla también están muy sabrosos. De hecho, así es como se sirven los Blinís tradicionalmente en Rusia en el famoso carnaval de Maslenitsa que se celebra normalmente a finales de febrero – principios de marzo. Si tienes suerte de viajar en esta época del año a alguna ciudad rusa, no te quedarás nunca con hambre.

El Aspic

Aspic

El Aspic (o «Jolodéts» en ruso) es un plato para los más valientes. Algunos están encantados con este sabor muy exótico de gelatina con carne y ajo, a otros les parece una auténtica catástrofe culinaria. En efecto, posiblemente sólo los rusos, bielorusos y ucranianos preparan el primer plato de lo que suele ser un postre. Aunque la gelatina que entra en la receta se hace de manera bastante diferente y para nada sabe dulce. La idea es hervir la carne en el agua durante varias horas hasta que gran parte del líquido se evapore y quede una especia de salsa espesa transparente. Esta salsa al enfriarse se hace más dura. El aspic no es un plato principal sino más bien un aperitivo, se suele servir con mostaza.

El alforfón

Trigo sarraceno

Al igual que el plato anterior, el alforfón o trigo sarraceno no suele servirse sólo sino acompañado de algo. Es una guarnición perfecta para carne, pescado, setas y verduras. También a veces se toma con leche como desayuno. Su sabor es difícil comparar con cualquier otro cereal. Lo más curioso de este alimento es que no se encuentra apenas fuera del espacio postsoviético, por tanto si planeas un viaje a Rusia deberías aprovechar la oportunidad y probar el alforfón. Es fácil conseguirlo en cualquier supermercado en todo el territorio del país y cocerlo en casa o también se puede pedirlo en cualquier restaurante.

Obviamente, no son todos los platos rusos que puedes degustar durante tu visita, si no sería imposible describirlos en un solo artículo. Pero no hay duda que la cocina rusa siempre tiene algo con qué sorprender a los turistas. Incluso los rusos mismos cuando viajan a otra provincia pueden descubrir algo nuevo que nunca han visto ni cocinado antes.

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